Se procede a dejar una pequeña ofrenda de parte de la familia del reclutado a su Dios Yota, para así pedirle que su familiar no salga apto para dicha batalla; ya que esas batallas suelen ser algo muy peligroso y los índigos corren el riesgo de regresar normales a casa.

Durante el reclutamiento se hacen diversas pruebas mentales antes del momento más detestado por todas las personas, el embolamiento. Para esta parte del proceso se ubica al índigo dentro de la capsula para indigentes (dícese por indigentes al índigo) y se lo somete a muchas pruebas mentales, en las que se decide quienes son y quienes no son los favorecidos.

Una de las pruebas mentales favoritas por los jefes del reclutamiento se llama “por la plata baila el mono”, en la que el índigo demuestra su capacidad para atender otras situaciones a la vez; ya que mientras el índigo se encuentra bailando como un mono los miembros reclutadores aumentan el grado de complejidad de sus movimientos.

Idóneos

Si la persona es favorecida se le comunicara dos días después de haber pasado por el reclutamiento y se le dará una fecha de entrega del paquete de guerra, el que consiste en CD instalador del juego y sus reglas, para comenzar a combatir a los autistas.